China ha emitido una firme advertencia en respuesta a las recientes acciones comerciales de Estados Unidos, señalando que tomará represalias contra cualquier país que firme acuerdos con Washington que perjudiquen sus intereses económicos. Esta postura surge en medio de una intensificación de las tensiones comerciales entre las dos mayores economías del mundo, marcada por la imposición de aranceles y medidas restrictivas por ambas partes.
El Ministerio de Comercio chino ha calificado las medidas estadounidenses como «intimidación económica» y una muestra de «hegemonía unilateral». Según Pekín, Estados Unidos está presionando a más de 70 países para que reduzcan sus relaciones comerciales con China, ofreciendo a cambio exenciones arancelarias y otros beneficios. Esta estrategia busca aislar a China en el ámbito comercial internacional y obligar a otros países a elegir entre mantener relaciones económicas con Estados Unidos o con China.
En respuesta, China ha dejado claro que no aceptará ser utilizada como moneda de cambio en acuerdos bilaterales y que tomará medidas para proteger sus intereses. Estas contramedidas podrían incluir la imposición de aranceles adicionales, restricciones a empresas extranjeras que operan en China y otras acciones destinadas a salvaguardar su economía.
La situación ha despertado inquietudes entre diversas naciones con vínculos comerciales tanto con Estados Unidos como con China. Países como Japón, Corea del Sur y Vietnam están en una situación complicada, pues cualquier medida que adopten podría influir en sus economías y lazos diplomáticos. Estas naciones han comenzado a dialogar con Estados Unidos para encontrar alternativas que reduzcan el impacto de los aranceles y eviten un aumento en las tensiones comerciales.
Además, la Unión Europea ha expresado su inquietud por la situación, señalando que las acciones unilaterales de Estados Unidos podrían tener consecuencias negativas para la economía global. La UE ha instado a ambas partes a resolver sus diferencias a través del diálogo y a evitar medidas que puedan desestabilizar el comercio internacional.
En este contexto, China ha reiterado su compromiso con el libre comercio y ha llamado a la comunidad internacional a unirse en defensa de un sistema comercial multilateral basado en reglas. Pekín sostiene que las acciones de Estados Unidos no solo afectan a China, sino que también representan una amenaza para el orden económico mundial.
La escalada de tensiones entre Estados Unidos y China ha tenido un impacto significativo en los mercados financieros, con caídas en las bolsas y aumento de la incertidumbre entre los inversores. Empresas de diversos sectores, especialmente aquellas con operaciones internacionales, están reevaluando sus estrategias ante el riesgo de una guerra comercial prolongada.